Una mirada hacia las Necesidades Educativas Especiales
Por Mgs. Jessica A. Lucero Tenorio
Vivir en un mundo donde las diferencias son difíciles de aceptar y donde nos presionan para encajar en un molde predefinido es un desafío. Sin embargo, es en esas diferencias donde se revela la bondad de las personas. A pesar de que la introducción puede tener cierta lógica, la educación a menudo se aferra a enfoques tradicionales que limitan las posibilidades de explorar otros caminos. Como adultos, a menudo juzgamos y apoyamos de manera superficial a niños que se apartan de la norma.
En nuestro país, a menudo buscamos diagnósticos sin considerar las fortalezas y habilidades que los niños ya tienen. A veces, nos apresuramos a diagnosticar sin tener en cuenta la importancia de esperar a la edad adecuada para hacerlo. Esto puede ser perjudicial, ya que un diagnóstico incorrecto puede afectar negativamente la calidad de vida de un niño y su familia.
Un problema común en muchas escuelas es la confusión de síntomas de diferentes diagnósticos y la emisión de juicios sin comprender las necesidades educativas especiales. Es esencial comprender que algunos diagnósticos pueden realizarse tempranamente, mientras que otros requieren tiempo y desarrollo de habilidades específicas, como la lectoescritura y la lógica-matemática.
Olvidamos respetar el proceso de desarrollo de los niños, desde las etapas concretas hasta las abstractas, como propuso Jean Piaget en su enfoque constructivista. También pasamos por alto las etapas de desarrollo mencionadas por Freud en la educación infantil, lo que nos impide comprender por qué los niños se comportan de cierta manera.
Estamos tan acostumbrados a decir "no pueden" que rara vez investigamos las causas subyacentes. ¿Y si los pequeños avances de los niños con necesidades educativas especiales indican algo diferente? Debemos romper las barreras que imponemos, tanto como profesionales como padres, y buscar la ayuda adecuada para fortalecer las habilidades de estos niños.
Nos enfocamos en una sola habilidad y olvidamos que los niños con necesidades educativas especiales también merecen una vida enriquecedora. Un diagnóstico no debería limitarse a etiquetar a un niño, sino a entender sus necesidades y capacidades individuales. Las necesidades educativas especiales representan una forma diferente de aprender, ya que todos aprendemos de manera distinta. Debemos reconocer que cada individuo tiene su propio camino de aprendizaje y respetarlo.
Debemos buscar profesionales que comprendan la complejidad de cada situación, más allá de los simples resultados de test, y que puedan distinguir entre los diferentes diagnósticos y síntomas para tener un criterio adecuado. Además, es fundamental que se centren en mejorar la calidad de vida tanto del niño como de su familia.
Contribución al Blog de “elcentro.global” Lic. Jessica A. Lucero Tenorio
Mgs. en Intervención Educativa y Psicológica.
Noviembre 9, 2023
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